Control de inventarios

El control de inventarios se puede definir como el proceso que permite a una empresa administrar correctamente las existencias de que dispone. El control de inventarios va a permitir a cada organización conocer con qué productos cuenta y cuáles han de ser repuestos, analizándose el ingreso y salida de los bienes con el objetivo de conseguir la mayor rentabilidad posible para la empresa.

Una buena gestión del inventario permitirá mantener un balance correcto sobre la mercancía y su distribución; el inventario es, por tanto, el documento que contiene una relación detallada de los elementos que componen el patrimonio de una empresa en un momento determinado.

Tipos de inventarios:

  • Inventario periódico: con este tipo de inventario se comprueba cada cierto tiempo (semana, mes, año) la totalidad de mercancías de que dispone la empresa.
  • Inventario permanente: este tipo de inventario ofrece una información más completa dado que supone un registro constante de las entradas y salidas que se efectúen en una organización.

A su vez, a nivel contable y según el periodo fiscal de que se trate se distinguen los siguientes tipos de inventarios:

  • Inventario inicial: se realiza al comienzo del periodo contable.
  • Inventario final: es el que se lleva a cabo al término del ejercicio contable. El inventario final de un ejercicio contable constituye a su vez el inventario inicial del siguiente periodo fiscal.

En ocasiones ocurre que existen diferencias entre el inventario físico (el realizado en el propio almacén) y el inventario contable, esto es lo que se conoce como “diferencias de inventario”.

Para que las existencias se reflejen de manera correcta en el balance de situación de la empresa es preciso realizar el asiento de variación de existencias, que tiene como objeto calcular el consumo de existencias y realizar el ajuste contable. Este ajuste tiene impacto en el resultado final y por tanto en el impuesto sobre sociedades. 

En definitiva, podemos afirmar que las empresas deben procurar un correcto control de inventarios pues solo así conseguirán llevar un buen control interno que les reporte rentabilidad, así como cumplir adecuadamente con las obligaciones contables y fiscales.